Algunas de las anotaciones echas por Zuluaga en el anuncio publicitario estuvieron orientadas a enfatizar lo negativo de Petro. La presunta simpatía del candidato de oposición al uribismo con Venezuela y Rusia, así como con sus gobiernos, la utilizó con el fin de asociarlo a estos y presentarlo como un riesgo para Colombia.
En el marco de la carrera por el más importante cargo de elección popular en Colombia, los presidenciables produjeron variadas piezas de publicidad política antes del 13 de marzo. A propósito de esto, el 27 de febrero, el entonces aspirante a la presidencia Oscar Iván Zuluaga, emitió un video a través de su cuenta de Instagram en el que vinculó la actualidad política de un par de países extranjeros con lo que quieren algunos candidatos para Colombia. Esta relación fue utilizada por Zuluaga para arremeter contra Gustavo Petro, uno de los principales contradictores de su partido y puntero en la actual disputa presidencial.
En el anuncio audiovisual, el excandidato presentó una serie de ideas articuladas coherentemente. A partir de una combinación de elementos audiovisuales, visuales (especialmente imágenes) y algunos apartados lingüísticos; Zuluaga estableció un nexo entre el presente de Rusia, el de Venezuela y la candidatura de Petro. Estos elementos conjugados construyeron un anuncio de ataque, es decir una pieza enfocada en los aspectos cuestionables de su opositor.
Algunas de las anotaciones echas por Zuluaga en el anuncio publicitario estuvieron orientadas a enfatizar lo negativo de Petro. La presunta simpatía del candidato de oposición al uribismo con Venezuela y Rusia, así como con sus gobiernos, la utilizó con el fin de asociarlo a estos y presentarlo como un riesgo para Colombia. Por esta razón, el excandidato manifiestó: «Si gana Petro, Rusia intervendría en Colombia y nuestro país se convertiría en Venezuela», además añadió: «Luchemos para que la Colombia del futuro no sea la Venezuela de hoy».
La representación tendenciosa de los dos países producida por las expresiones de Zuluaga ofreció un sesgo. Esta le sirvió de base al excandidato uribista para subrayar lo inviable que son ambos: el uno por violento y el otro por complicado y desorientado. Así, él operó una labor persuasiva, alertando a su público sobre lo que constituyen en la actualidad Rusia y Venezuela, y lo que representa Petro por su aparente cercanía a los dos.
Una victoria de su contendor, en lo dicho por Zuluaga, puede acercar a Rusia al país del sagrado corazón. Como esta es arbitraria, es posible que actúe así frente a Colombia; además, y como tiene relación con Venezuela, es factible que su actuación lleve a una dictadura semejante a la de allá, la cual ha vulnerado los derechos de sus ciudadanos. De esta forma, Petro es un peligro porque abre la puerta a un camino antidemocrático y es necesario emprender una lucha por la Colombia del futuro.
Con esto último, Zuluaga se autorepresentó de manera positiva. Según él, si no se lucha de manera conjunta con su propuesta es inminente que Colombia llegue a ser un país sin oportunidades y sumergido en una crisis social y política. Él es el vocero de la salvación.
Estas expresiones en medio de una contienda electoral por la presidencia de la república, con seguridad, constituyen un tipo de manipulación. Al presentar aspectos negativos de los otros para persuadir genera una predisposición en un público, la cual facilita la asimilación de una propuesta redentora. Incluso, esto justifica el uso de la palabra «luchemos» por parte de un representante de la derecha, ya que con esta invita a sus seguidores a cerrar filas contra su contrincante. De esta forma, Zuluaga construyó un fantasma desde la supuesta relación de Petro con Rusia y Venezuela con el fin de contener su avance hacia la presidencia.