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Contratación y corrupción en Ibagué: Entrevista a Constanza Aguja (parte I)
Contratación y corrupción en Ibagué: Entrevista a Constanza Aguja (parte I)

La corrupción en las contrataciones ha sido un tema recurrente tanto en Ibagué como a nivel nacional. Año tras año, la gestión de alcaldes, gobernadores y mandatarios nacionales se ha visto empañada por algún proceso amañado. Las noticias al respecto, aunque repiten un mismo guión, presentan el fenómeno como natural. Sin embargo, este tiene una mecánica sofisticada que responde a unos intereses e involucra a unos responsables. La corrupción en los procesos de contracción, en este sentido, no aflora por generación espontánea, sino por un proceso en el que se institucionaliza.

En entrevista con Común y Corriente, Constanza Aguja nos explica el funcionamiento de las contrataciones amañadas. Del tiempo limitado con el que cuenta, nos abrió un espacio en su agenda para desenmarañar la dinámica de la corrupción en la contracción, a la vez que llama la atención sobre algunos episodios ocurridos en Ibagué y el país.

Ella es abogada de la Universidad Externado de Colombia, quién a la fecha cuenta con una amplia experiencia en contratación estatal. Se ha destacado por ser asesora de contratación en diferentes municipios del Tolima, así como de diferentes departamentos a nivel nacional. Actualmente trabaja como abogada independiente.


CyC: Hoy queremos platicar con usted acerca de un tema álgido en la palestra pública, la contratación. Creemos que ahí se encuentra un foco importante de corrupción, operado bajo una estructura organizada. Cuéntenos un poco en qué consiste eso que usualmente solemos llamar como «contratación a dedo».

CA: La contratación a dedo casi siempre se ha querido identificar con la contratación directa. La contratación directa es la que hacen las personas sin obtener previamente varias ofertas. La contratación a dedo para mí no es la contratación directa, sino es la contratación que pretende hacerse a través de un proceso dirigido a que se lo gane determinada persona, previo un convenio que ya hubo entre las personas que están promoviendo el proceso y el que se lo gana. En mi trabajo transitamos del Decreto 222 a lo que fue la Ley 80 de 1993, que se consideró como una ley renovadora de la contratación en Colombia y que coincidió también con la elección popular de alcaldes, y la elaboración de procesos transparentes para elegir a contratistas. Los primeros alcaldes de elección popular fueron muy cautos en la utilización de los procesos de contratación, pues la corrupción no era tan notoria. Lo que uno veía por encima era cómo, después de que alguien se ganaba un contrato, los alcaldes pedían una colaboración. Eso empezó siendo como el 10%, luego, cuando ya se fueron acomodando a la norma, pasaron del 10% al 20%, y del 20% al 30%; hasta que hoy prácticamente los gobernantes son socios en la contratación. También son socios porque en parte los ingenieros empezaron a financiar las campañas políticas dando plata a los candidatos que ellos creían que tenían mayor posibilidad de ganar, y el pago de los alcaldes y gobernadores era retornar esos recursos que les prestaron en campaña a través de la contratación. Entonces, se empiezan a hacer procesos acomodados, lo que llamamos contrataciones chaleco a la conveniencia del ingeniero que había sido su mentor durante el proceso de campaña.

CyC: Eso de lo que habla se puede enmarcar en un concepto llamado la cleptocracia, es decir la institucionalización de la corrupción y sus derivados, como por ejemplo el nepotismo, el clientelismo y otros tipos de prácticas viciadas por parte de quienes ostentan ciertos cargos de poder. Podría explicarnos cómo hacen estas personas para perfilar y acomodar las contrataciones al beneficio de unos pocos: ¿Cómo se modifican ciertos criterios que hacen que se determine quién va a ser la persona que se gana un contrato y quien no?

CA: Esto ha sido todo un proceso. Antes no eran tan visible esa manera de hacer los procesos de selección, luego ya empezaron algunos profesionales a especializarse en cómo hacer esos procesos de selección de manera que se pudieran acomodar los requisitos para que determinada persona se los ganara. Digamos que la Ley 80 le da a los alcaldes y a los gobernadores cierta libertad en materia de establecer los requisitos, porque la Ley 80 es una ley de principios: principio de transparencia, principio de publicidad, principio de selección objetiva; pero no te dice usted tiene que pedir tal cosa si va a hacer tal cosa o no. Así empezaron, primero, a acomodar los requisitos financieros: tomaban los estados financieros de los futuros oferentes y, dependiendo de los estados financieros que tuviera ese oferente, independientemente de lo que diera como resultado, los acomodaban en el proceso y con eso sacaban a otros. Ejemplo de esto es cuando pedían índices de liquidez de 9, 10, 11… algo imposible para la mayoría. Se empezaron a hacer denuncias para que por ahí no se pudieran meter. Entonces, empiezan a meterse por el lado de la experiencia. Por ejemplo, exigir 15 años de experiencia y que tenga posgrado y que tenga maestría y que tenga doctorado… Mejor dicho, queda uno abismado de las cosas que exigen. Puede ser un contrato de 5 millones de pesos, pero exigen como si fueran hacer quién sabe qué megaobra. Básicamente, las personas que podrían tener acceso a una contratación de ese valor no lo pueden acceder, porque los requisitos son demasiado exigentes en materia de experiencia.

CyC: Ellos también hablan de plazos, se saca la convocatoria, pero no se difunde o se difunde al final del periodo y hay otros que no alcanzan a llenar el papeleo.

CA: Son muchas prácticas. Por ejemplo, se empezó a utilizar la práctica de que yo sacaba un pliego de condiciones y el día antes de presentar la oferta cambiaba las condiciones. Entonces, me las cumplía solamente la persona que a mí me interesaba que se presentara. A medida que ha venido modificándose la Ley 80, al menos en materia de licitación pública, tú ya no puedes cambiar las condiciones, sino 3 días antes. Las personas que se dedican a hacer ese tipo de actividad y de procesos son de verdad profesionales especializados. A veces no es tanto el pliego de condiciones el que te limita, sino que son los comités evaluadores los que buscan cómo tumbarte a toda costa, en ocasiones con criterios antijurídicos en lo que se escudan el alcalde o el gobernador o quién esté adelantando el proceso de selección. Así obstaculizan los procesos con toda una serie de entidades que tiene el Estado. Al final el comité evaluador adjudica así esté cometiendo la violación jurídica más grande. El comité evaluador es el que manda ahora en los procesos de selección y así uno le diga que está cometiendo un error, no les importa; sacan del camino a las personas que a ellos no les interesa que se gane un proceso de selección. Esta práctica que digamos empezó desde el punto de vista de las obras civiles, pero hoy ya la vemos en absolutamente todo: en logística, en prestaciones de servicio, en consultorías. Como te decía, ya los corruptos pasaron del 10% –que, según el expresidente y ex-contralor Turbay, era como la justa medida de la corrupción– a ser socios de los contratistas.

CyC: Con base a esto, podemos inferir entonces que la red de esta cleptocracia se ha ampliado y de hecho se ha venido sofisticando con el tiempo. Al parecer toda la institucionalidad está diseñada para acomodar los procesos de contratación.

CA: Para no ir muy lejos hablemos de los Juegos Nacionales. El ex-asesor jurídico, el doctor Orlando Arciniegas y los miembros del comité evaluador de esa contratación, fueron condenados; inclusive, hay una persona que está condenada a 17 años, que a mí me parece un escándalo frente a las condenas que han recibido los otros. Entonces, ahí por ejemplo hay gente que conformó el comité evaluador y fueron condenados como a 5 años de prisión y quien fue un simple gananchín, un lleve y traiga de documentos, lo condenaron a 17 años. Digamos que es toda una estructura jurídica institucional y técnica dirigida a obtener contrataciones con las personas que ellos necesitan. Es más, haciendo un recorrido por los procesos de contratación de la alcaldía y la gobernación, las licitaciones públicas y las elecciones abreviadas, casi todas tienen un único oferente. Lo que sucede ahí es que los demás oferentes interesados en participar de la convocatoria empiezan a analizar los requisitos que están solicitando, al analizar los requisitos y al evidenciar tantas cosas dicen no, esto está amarrado, yo aquí no me presento porque no vale la pena gastar tiempo, plata en presentarse a un proceso donde tú de antemano ya sabes que vas a perder.

CyC: Las expectativas son negativas y eso entorpece el proceso. De por sí, se genera un síntoma entre los oferentes de que x contrato ya tiene un ganador. Entonces, para qué desgastarse llenando requisitos… Hablando acerca de esos oferentes, ¿Cree usted que hay empresas tolimenses en función de las contrataciones acomodadas?

CA: Estoy totalmente segura. Aquí (en Ibagué) hay empresas de logística que han pasado como por tres alcaldías y siempre es el mismo que se gana el contrato, habiendo tantas empresas de logística. Lo mismo ha pasado con algunas empresas de ingeniería. Inclusive, hay una que en estos momentos está siendo investigada en Santander debido a la existencia de una casa que funciona como una gobernación alterna, y yo me temo que aquí estamos por las mismas. Ojalá esas mismas investigaciones que hacen en Santander vinieran y las hicieran por acá, en busca de casas alternas donde se encuentran profesionales y técnicos dedicados única y exclusivamente a trabajar los procesos de selección y terminan los funcionarios rasos de las entidades siendo unos firmones.

CyC: ¿Cree que a partir del ejercicio del poder se creen empresas ad hoc única y exclusivamente para captar contratos?

CA: Creo que en este momento las empresas se crean desde antes, es más hay personas que tienen dos y tres empresas para aparentar transparencia en un proceso de contratación. Obviamente, estas empresas no tienen el mismo representante legal, pero son manejadas por una misma persona y eso no sólo ocurre acá, ocurre a nivel nacional. La Superintendencia de Industria y Comercio ha identificado algunos casos. Algunas personas han sido sancionadas debido a esa colusión, a ese tipo de arreglos y de componendas que se hacen desde antes. Aquí hace falta hacer una investigación un poco más profunda. Infortunadamente, aquí quien se atreve a denunciar o hacer cualquier cosa lo empiezan a perseguir, y si lo empiezan a perseguir se empieza a bajar el tono porque estamos en un país donde la vida no vale nada.

CyC: Y ese complejo engranaje, ¿Cómo se le puede hacer frente en términos prácticos? ¿Cómo se pueden llegar a minimizar esos vicios que hoy por hoy están erosionando la institucionalidad?

CA: Realmente creo que en materia de corrupción llegamos y tocamos un fondo muy terrible. En este momento, es muy difícil, demasiado difícil porque se identifica la corrupción en las entidades públicas, y se denuncian en unas entidades u órganos de control que a la vez también están cooptados por la corrupción. Ni siquiera el control ciudadano, porque a pesar de que ha sido una de las armas más efectivas en materia de destapar grandes escándalos de corrupción, también lo erosionan de otra manera a través de las amenazas, desapariciones, muertes. A veces uno se asombra de la cantidad de cosas que pueden pasar en materia de corrupción.

CyC: Según lo que dice, estamos condenados por la corrupción.

CA: El Estado ha tratado, a través de los pliegos de tipo, de reglamentar un poco más; pero como buenos colombianos hecha la ley, hecha la trampa. Entonces, ya sabemos cómo nos empezamos a salir de los procesos de selección para que la gente pueda, en últimas, contratar al que quiere, contratar y no cumplir con los principios ni constitucionales ni legales de la contratación. Yo, Constanza Aguja, he pensado que atacar el consumo de droga y el narcotráfico es a través de la legalización. Entonces, hay que legalizar la corrupción. ¿Cómo se legaliza? Pues dejando al alcalde contratar como quiera, dejarlo contratar con quien quiera; pero exigiendo y haciendo interventoría para evitar su incumplimiento, para que las obras se ejecuten dentro de los plazos que tiene que ser. Pero déjelo que haga con quien quiera.

CyC: No cree que esa corrupción legalizada puede llegar a profundizar la enfermedad de la corrupción, a sabiendas de que hace un momento decía que incluso los órganos de control también llegan a estar permeados por la corrupción…

CA: No porque de todas formas lo están haciendo. Ellos están contratando con quien ellos quieren, con sus familiares; inclusive, porque los familiares tienen empresas pero a través de otras personas.

CyC: O sea que puede ser lo menos peor.

CA: Puede ser lo menos peor. Es más, es que el Estado se vuelve paquidérmico con un proceso de contratación que dure mucho tiempo. Se posesiona una alcaldía y, mientras le aprueban el Plan de Desarrollo, pasaron cuatro meses aproximadamente, después viene el proceso de armonización del Plan de Desarrollo con el presupuesto; perfectamente te llegó medio año del primer año de Gobierno y el proceso de contratación te dura tres o cuatro meses más; Entonces, ¿en el primer año qué hiciste? Nada. Dejen contratar a las entidades estatales como un particular, que pueda decir mire yo necesito contratar urgentemente, hacer esto, y que yo pueda mirar en Cámara de Comercio cuántas empresas en mi departamento o en mi ciudad me pueden hacer ciertas cosas. Inclusive, hubo un momento en que la Ley 80 permitió contratar directamente hasta el 10% de la menor cuantía, y en ese momento se veía menos corrupción de lo que se ve ahora, que se supone que a partir de 0 pesos tú tienes que hacer proceso de selección. Entonces, hacen todas las piruetas antijurídicas ilegales para terminar contratando a los que ellos quieren o necesitan contratar y el Estado tiene que hacer un proceso empresarial bien grande.

Aquí no se pueden presentar más cosas como la que se presentó con los 70.000 millones del presupuesto de las TIC para llevar Internet a los hogares. Aquí por ejemplo para algunos procesos del Parque Deportivo se trajeron empresas para hacer consorcios o uniones temporales con empresas de Barranquilla. Entonces, cuando a uno le dicen uy, se trajeron empresas de Barranquilla, uno de una vez se pregunta qué tipo de alianzas políticas están haciendo con otras fami-empresas de otras regiones del país. A mí no me parece que esto sea peor, a mí sí me parece que sería lo mejor y de pronto establecer comisiones de éxito para los alcaldes. Si un alcalde si dice yo tengo que demorar ocho meses en construir un edificio y si lo logra en esos 8 meses, que tenga como una especie de incentivo o algo así sobre el valor del contrato para que ellos se esfuercen.

CyC: Esto nos pone en un esquema de premios y castigos. Bajo esta lógica uno ya no estaría eligiendo un político solo por su propuesta político-ideológica, sino también por emporio económico y quiénes están detrás de los gremios empresariales. Entonces, si va a llegar x político, ya sabríamos que va a llegar x empresa, va a llegar x familia.

CA: Pero se está viendo ahora. Por ejemplo, en el Tolima ya pasa eso. Todos los empresarios que estuvieron alrededor de la alcaldía de Luis H. estaban allá como rezagados, como escondiditos, como que no se dejaban ver; y llegó este alcalde y están reviviendo esas empresas nuevamente. O sea, otra vez se volvieron a hacer visibles. Esa alcaldía fue corrupta, entonces obviamente están vinculados esos ingenieros y empresas de ingeniería y demás con esas prácticas de corrupción.

CyC: Es decir que siempre han estado ahí de una manera agazapada. Bajo su óptica, es mejor acabar haciendo evidente, lo que ya muchos conocen.

CA: Es mejor porque es mucho más fácil revisar la contratación que revisar todas las piruetas que hacen. Hay un señor en Twitter que todos los días habla sobre procesos de selección del país y todos los días encuentra requisitos amañados. Dice: aquí muy seguramente va a haber un único oferente. A los veinte días al mes dice: Como lo vaticiné el día tal. Esto lo está haciendo todo el mundo. Entonces, tengo que acomodar una cantidad de gente, tengo que acomodar al alcalde, tengo que acomodar el comité de valuación, tengo que acomodar al tesorero para que me pague, tengo que acomodar… entonces lo que se va en corrupción es demasiado.

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